En el planteamiento de la estrategia de una organización, el equilibrio entre el tiempo y recursos dedicados y la calidad de las decisiones es tan importante como desatendido.

Tanta probabilidad existe de crear largos y detallados diagnósticos como de hacerlos con opiniones y percepciones. Ni lo uno ni lo otro.

La estrategia no es un ejercicio de precisión. Las decisiones estratégicas son aquellas que impactan fuerte y directamente en la estructura de negocios de la empresa y en el futuro de sus estados financieros y sus posiciones en el mercado, aunque no de forma inmediata. Por lo tanto, en el análisis de información verdaderamente estratégica no son necesarios decimales.

Pero la estrategia tampoco es un ejercicio trivial. Cierta endogamia o desconocimiento de métodos puede derivar en planteamientos estratégicos excesivamente imprecisos o inconexos.

Por ello, es recomendable dedicar tiempo de calidad a pensar en la dedicación, recursos e información justos y adecuados al momento y a las características de la empresa y del sector.

 

 

 

Oscar Lobera Segurado

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